domingo, 4 de septiembre de 2011

De principio a fin.

La luna ilumina la habitación, y todo parece calmado.
Yo sentada en el colchón de los sueños deseados. Y apareces como el silencio de la noche.
Rozas mi espalda con tus dedos callados, mi mirada perdida más allá de la ventana.
Un escalofrío recorre mi cuerpo, pero aún así no me muevo.
Ahora tus labios acarician mi cuello, y sin apenas quererlo entrelazas mis dedos.
Siento tu respiración en mi cuello, noto tu corazón en mi espalda, y me abrazas,
me abrazas como si se te fuera la vida en ello.
Giro mi cara, nuestros labios se buscan, se rozan suaves, cálidos...
Y poco a poco me besas, te beso, nos besamos.
Ocupamos el colchón, de lado a lado. Paramos la noche, rompemos la calma.
Y sin quererlo no hayamos sumergidos en la inmensa locura,y nos dejamos llevar.Nada importa.
Ahora con ganas, con pasión. Nos amamos. Te siento cerca, me templas la piel.
Nuestros corazones se disparan y hacen de la noche una carrera de almas.
Me susurras al odio que me quieres, y me aturden tus palabras, me nublas los sentidos.
Se me olvida todo y abandono el mundo. Me haces tuya entre tus brazos.
Besos, caricias, palabras, abrazos... Locura la nuestra.
Ya dan la media noche, y ahora todo acabado. Me encuentro mareada de tanto afecto.
Acurrucada en tu pecho descanso. No me lo creo.
Busco tu cara y te encuentro dormido. Contemplo la belleza más perfecta.
La luna ilumina nuestros cuerpos de tibia locura. Noche perfecta.
Te vuelvo a mirar, duerme cariño. Estoy aquí, contigo.
Y me abandono en el sueño.
Amanecer contigo, es lo que quiero.

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