lunes, 24 de febrero de 2014

No me enseñaste a decir adiós...

Te extraño, te olvido y te amo de nuevo.


jueves, 13 de febrero de 2014

El amor es complicado...

El amor es complicado, sobre todo el nuestro. Ni si quiera me quedan fuerzas para escribir. Ya todo se ha vuelto del revés, y por más que mi alma siga bebiendo los viento por ti... hay algo en mi que no funciona.

Ya no me sale decirte te quiero, ya no me quedan aliento para dedicarte palabras de amor, ya no te siento conmigo. Solo siento ese vacío inmenso que nos separa, esa letanía que se hace tan horrible y que se clava cada vez más en mi alma.

La pregunta constante, la ausente respuesta, la inquietud envuelta en cada segundo de los largos días que nos reparan. La razón de esta sinrazón que me trae desalentada... donde todo vale nada, y la nada es nuestra ley.

Quisiera creer que todo esto no más que una nube de vaho que cubre la realidad, igual que cuando nos veíamos borrosos en el espejo después de darnos un baño de agua caliente. Cuando entraba el aire frío, el espesor desaparecía y tu sonrisa y la mía iluminaban nuestro espejo. Espejo en el cual me gustaba mirarnos, espejo en el cual ya nuestros besos no se reflejan.

Me faltas siempre, cada mañana que amanezco sintiendo que un día más separa nuestros cuerpos. Me falta esperarte llegar en el sofá de tu casa, me falta hacerte tu cena favorita, me falta dormir en tu pecho cada noche de sábado. Me falta el olor de tu perfume pegado a mi cuerpo, tus manos, tus ojos, tu boca, tu piel. Los besos, los abrazos, las lágrimas, las sonrisas... Me faltas tú, y nadie más.

Abatida se encuentra mi alma y todo mi ser. Sin fuerzas, sin ganas, sin nada que decir, ni sentir, ni creer. Y quizás en ese instante donde sientes que todo se acaba, el segundero se para. Y me pregunto ¿por qué? Por qué sentir esta ausencia, la constante soledad, el desaliento, la falta de entendimiento, el dolor, la agonía y quebrarse el alma en mil pedazos que intento recoger todos los días.

Pues porque como decía al principio el amor es complicado, sobre todo el nuestro. Pero no deja de ser el amor más puro y verdadero que jamás mi alma sentirá, porque no conoceré hombre que me llene más que tu con solo un beso. Porque el amor es complicado, solo cuando realmente vale la pena. Y es complicado porque es hermoso, y las cosas hermosas son para siempre y no buscan llamar la atención.

Nuestro amor es complicado porque vale la pena sentirlo, vivirlo y amarlo como lo hacemos nosotros. Porque a veces lo que vale la pena es complicado, pero eso no significa que sea imposible. Y por ti siempre me quedara ese infinito último aliento, que nunca se acaba, que siempre revive. Porque te quiero, y contra eso ni si quiera las cosas difíciles pueden hacer nada.