miércoles, 15 de mayo de 2013

En estado puro.

''Las cosas pasan, porque así debe de ser''. Esa es la frase que me define, esa es mi filosofía. Si porque todo tiene una explicación y todo tiene un por qué... Nada ocurre porque sí, yo mejor que nadie lo sé. Y no estoy hablando del destino, ni si quiera sé si creo en él. De lo que de verdad hablo es de nuestras acciones, de lo que hacemos hoy creyendo que puede estar bien o mal sabiendo que repercute directamente en lo que vendrá después.

Aquí pongo solo un ejemplo de mil que podría poner.Un día llega el chico con el que llevas años y te dice que se acabo. Te hundes, no encuentra salida ni ilusión por nada más. Pero como se suele decir ``no hay mal que cien años dure´´. Y el tiempo pasa y las heridas se cierran. Y de repente un día te encuentras con aquel chico del instituto que siempre estuvo rondándote y jamás le hiciste caso... Primero un café, luego una cena, más tarde compartís un desayuno y cuando vienes a darte cuenta estás enamorada, viviendo con él y tenéis dos preciosos hijos. Que irónico .. probablemente si en aquellos años de instituto hubieras cedido no hubiera durado mas que unos meses. Pero no fue en aquel momento porque no tenia que serlo, porque algo mejor había después.

Es así, el tiempo nos maneja a su antojo. El decide donde ponernos y donde no, y si hoy creemos cometer un error puede que al final resulte la mejor decisión de tu vida. Por eso yo he aprendido, o intento aprender a aceptar las cosas como vengan. A admitir los errores que cometo y a ser valiente aunque a veces de miedo.

En determinados momentos, sobre todo últimamente me cuesta levantarme con una ilusión, con una sonrisa... Echo de menos que me guste escuchar música, el despertador a las 7:02, la campana de las 14:30, las ganas de viernes, los apuntes, que se me gasten los bolis en dos semanas, un calendario lleno de fechas, los abrazos, el compañerismo, las ganas de superación... Echo de menos demasiadas cosas pero sobretodo el ser feliz, el sonreír  el cantar en la ducha y reírme hasta que me duelan las costillas, el acostarme diciendo hoy ha sido un buen día.

Por eso sé que todas estas lagrimas tienen su por qué, su recompensa... sé que no voy a rendirme y que la vida me está dando la oportunidad de ser mejor, de aprender antes que los demás que las cosas verdaderamente importante no son fáciles de obtener. Sé que la situación en la que estaba no era la idónea  y que la decisión ha sido la mejor. Y que si se quiere, se puede... siempre se puede y nunca es tarde.

Nunca es tarde para demostrar al mundo quién eres, y quien vas a ser.