martes, 26 de abril de 2011

Por el miedo a equivocarme

Todo iba mal, volvía esa tristeza tan mía, sí esa que me deja el corazón encogido, que hacia que lo bueno fuera malo, y lo malo aún peor.

Y sin esperarlo, aparece un destello de luz, de esperanza. Algo bueno en mitad de todo esta tempestad. Algo que puede hacer que las cosas cambien, que mi vida cambie. Y entonces lo pruebo, es algo nuevo, pero no me disgusta. Me hace sonreír, sentir aquellas mariposas en mi estomago, ese pequeño nerviosismo.

Y entonces tú te ilusionas, y quieres más de mí... y yo siento como algo dentro de mí no marcha bien, algo que me aprieta, que me tiene atada, que no me deja querer o que no quiere que quiera.Y me entra el miedo, las sensaciones absurdas, las ganas de correr y no mirar atrás.

Me doy cuenta de cada cicatriz, sí curadas, pero no del todo. Son cicatrices que me pesan en el alma, que no me dejan sentir como sentí en aquel tiempo, que no me dejan disfrutar el momento. Los recuerdos que me dicen que no quiera, y ahí estoy atrapada entre las ganas de querer y el miedo a volver a perder.

Y entonces... ¿qué hago? Perder otra vez, dejar escapar la oportunidad, esconderme, hacerme pequeñita, y pasar el resto de mi vida recordando algo que nunca tuvo un final feliz. Castigarme eternamente por alguien que no quiso saber de mí.

Disfrutaré, me reiré, saltaré hasta las estrellas, volaré,amaré, y sobre todo seré feliz hasta que el tiempo lo permita, y entonces cuando el tiempo se agote que mi corazón decida.

sábado, 2 de abril de 2011

Mi memoria

Cuantas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria.

Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo,recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós.

Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y pegarnos por ejemplo a la frase "comenzar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan.

Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez.

Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos más cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más hermoso, la sonrisa más esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.

¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos?

Dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no Vale realmente la pena perder la memoria?