miércoles, 7 de noviembre de 2012

Limpiar los sueños.

Paciencia, me digo treinta veces al día. Una sonrisa que no son más que lágrimas retenidas y mis brazos ansiando algo a lo que aferrarse. Unas pestañas sobre las que columpiar mis miedos. La alegría en estado puro oculta tras mis labios cuando me besas. Una mano para que traspase el calor y mi piel. Un paseo de domingo de tu casa a la mía. Una despedida que nunca debería terminar. Resistir, respirar, sonreír  Resistir, respirar, llorar.Empujar hasta llegar al final, o al principio. Que más da...luego todo se irá, como siempre. Sólo falta sumirlo, endurecer los huesos, limpiar los sueños para no caerse a través de ellos. Flotar dentro de una burbuja y cerrar los ojos esperando no impactar contra el suelo. Dejar que el aire me lleve para encontrarme contigo.


jueves, 18 de octubre de 2012

malas costumbres.

-¿Te puedo pedir una cosa?
-Sí, dime...
-No te acostumbres a mí.
-¿Cómo?
-Que no te acostumbre a mí, ni a mi risa, ni a mi cara recién levantado, ni a mis sonrisas en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a que te de consejos, ni a que hablemos de nuestros problemas, ni a que te escuche con atención como si nada más hubiera. No te acostumbres a como te miro o te dejo de mirar,   a que te traiga un cola-cao a la cama, ni a las cosquillas que te hago, ni a mis momentos de rabia ni a que te seque tus lágrimas, ni si quiera a reirte de las tonterias que digo. No te acostumbres... enserio. 
-¿Y eso a que viene?
-A nada simplemente algún día te cansaras o me cansaré, y entonces echaremos de menos estas cosas si nos hemos acostumbrado.





martes, 11 de septiembre de 2012

Locura

Y me enloqueces con una mirada, y me calmas con tus brazos. Que jamás podrá haber lugar más seguro que no sea a tu lado.

Apareciste en mi vida para reconstruirla. Has sido capaz de ir tapando cada herida, cada miedo, cada llanto. 
Desde aquel día me cogiste de la mano, y sea por lo que sea todavía no me has soltado. Y yo para no ser menos, me aferro a ella como si del último día se tratase. No me sueltes, no lo hagas jamás.

Podría contar nuestras historia con detalles, podría dibujártela en un folio en blanco que llenaría de colores, podría convertirla en sueño y luego en realidad, podría colocártela en un calendario día tras día y cambio tras cambio, podría hacerla canción con dulce melodía, podría mostrártela con un olor o relacionártela con algún sabor, podría dejártela marcada en la piel, podría hacerla florecer... pero sin embargo la guardaré. Si la colocaré allí mismo donde coloco mis sueños, en el mismo lugar donde deposité mis ilusiones, cerrare el cajón y le pondré su llave.

Que ni te imaginas lo que significas en mi vida. Ni si quiera sé si te paraste a pensar lo que has hecho de mí. Quién me ha visto, y quién me ve. 

Me has hecho adicta a ti. No puedo pasar sin tu sonrisa, sin tus besos, sin tu forma de querer, sin esa pasión, sin tus brazos, sin ti

miércoles, 1 de agosto de 2012

Sin fin.

Tomar una decisión que sabía que iba a cambiar mi vida de manera pausada, ha sido quizás la más difícil que he tomado y a la vez la que más segura he estado.

Me prometí a mi misma tener la misma vida de siempre, pero a quién quería engañar. Promesa absurda.  Ni mi vida iba a ser la misma, ni yo misma lo soy. Aunque al principio me aferrara en mantener todo en su sitio, llega un momento en el cual tienes que elegir entre seguir avanzando o quedarte donde estás.

No me hizo falta elegir, me salio sin más. Cuando empiezas a depender de una persona, cuando no puedes pasar un día sin verlo, sin sentir su aroma, sin tenerlo cerca. Cuando antepones su vida a la tuya propia, y su felicidad es más importante que la de cualquier otro ser del planeta. Entonces es cuando te da cuenta de que en su día tomaste la decisión adecuada, y que es entonces cuando las cosas van a cambiar.

Veo el mundo de otro lado, cuando estoy con él puedo sentir como soy yo misma, sin preocupaciones, sin problemas... sin más necesidad que su boca cerca de la mía. Y en pequeños instantes tiene la capacidad de hacerme volar, de hacerme sentir libre... Pero siempre llega el momento en el que él no está. Y entonces tengo dos realidades distintas, y una sensación de vacío enorme.

 Vienen las preguntas, las dudas, y los miedos... Ahora estoy sola y no hay nadie más para ayudarme a responder y ni si quiera sé si soy capaz de responder a mis propias acciones. No está, ni él, ni ellas ni nadie. Y esa es la cruda realidad. 

Me duele, bueno sé que a todos les duele. Y entonces me pregunto, ¿es necesario todo esto? Sí, joder  ¿llegará el día en el cual todo salga como me merezco? En el que reciba igual que doy o al menos la mitad, en el que piensen en mi al igual que yo pienso en los demás, en el que no me exijan algo sin decirlo pero si dejo de hacerlo este mal ¿llegará? 


lunes, 7 de mayo de 2012

De valentía se trata.

Puede ser, si puede ser que sea cobarde. Por no querer mirar lo que pasa a mi alrededor, por no saber admitir la realidad, es más por no querer verla cuando se me pone delante. Que en esta vida hay demasiados golpes, algunos merecidos y otros sin merecer, de haber conocido a personas que parecían que iba a estar toda la vida a mi lado, de haber llorado por personas que no me merecían y por esa típica persona que te da la patada cuando ya te utilizo bastante. No quiero mirar alrededor, ya no quiero ver tanta falsedad, lo que si sé, es todo lo que he aprendido, a valorar a quien realmente se lo mereció, a buscar la felicidad y a mirar por mi. Y ahora que lo pienso mejor, quizás no sea tan cobarde y algo de valiente tenga, porque aunque no quiera mirar al frente a la vida y aceptarla tal cual me la vienen imponiendo, estoy aquí de pie, después de muchas caídas... Gracias a todos los que intentaron destruirme, porque gracias a ello hoy soy más fuerte.



domingo, 22 de abril de 2012

evoL

Descubrí que el paraíso puede encontrarse en el tacto de una piel suave, que las caricias son más fuertes que los golpes, que los besos pueden hacerte volar. Descubrí que había sentimientos en mi interior que no conocí, que se puede reír y llorar al mismo tiempo. Ahora sé que es tan excitante querer como ser querido. He descubierto, en definitiva, algo tan simple y tan complejo, tan vulgar y tan extraordinario, tan dulce y tan amargo, como es el amor.



jueves, 19 de abril de 2012

Perfectamente imperfecta.

No soy rubia, ni sorprendentemente guapa. Si tuviera que definirme con una palabra no podría, quizás... fuera de lo normal, sí, así sería. No me gustan los refrescos con gas prefiero el agua, no soy extravagante y odio llamar la atención, soy de las que se empeñan en pasar desapercibidas, sí, así mejor. No soy alta, en realidad, ni siquiera llego al metro sesenta, aunque con tacones de quince centímetros quizás los sobrepase. Si estoy nerviosa, soy incapaz de estarme quieta, y si no lo estoy tampoco, son manías, sí...soy maniática. No soy de mucho hablar, pero si me lo propongo es imposible hacerme callar, me enfado mucho, muy deprisa y por nada, aunque se me pasa rápido... si sabes como hacerlo, claro. Lloro demasiado, pero en ocasiones soy tan divertida que te dolerá cada centímetro del cuerpo de reírte, o al menos lo era, aunque quizás lo perdí, no sé, no lo recuerdo. Escribo frases en los márgenes de los apuntes de clase y nunca me acuerdo de llamar al día siguiente, de hecho se me olvidan siempre muchas cosas, demasiadas quizás.Una simple canción puede alegrarme el día, pero hay otras que en momentos determinados puedes hacer que mis sentimientos estén a flor de piel. No me gusta andarme con rodeos, soy sincera, casi siempre. Tengo frases para todo, me gusta hacer callar a la gente.Soy impredecible, y vivirás sin saber lo que te espera conmigo. Te darás cuenta con el tiempo de que soy algo caprichosa, para que negarlo. Puedo llegar a ser muy vergonzosa, canto en la ducha y dejaré escrito nuestros nombres en todos los espejos de casa y en cada cristal del coche. Soy impuntual, aunque no necesito más que una sonrisa para salir de casa, pero me gusta hacerme de rogar. Miro las etiquetas de todas las comidas,no voy a la peluquería todas las semanas para tener esa melena de barbie y me pones nerviosa tan solo con mirarme. Argumentos de sobra para saber que no soy perfecta, porque yo también soy persona y si me pinchas, sangro. Si chasqueo los dedos puedo hacer magia, y si tu después de conocerme eres capaz de seguir queriéndome, es cierto, hago magia. 



jueves, 29 de marzo de 2012

Existíamos.

La verdad duele, y más cuando te la dice alguien que quieres. Pero por mucho que duela, no deja de ser eso, la verdad.

No es fácil ver como todo lo de tu al rededor cambia, como nada es lo mismo. Llevo meses intentando aferrarme a algo que hace tiempo dejo de existir. No fácil perder a personas que fueron en determinados momentos más que yo misma.

No sé por qué fue, ni si quiera recuerdo el momento en que decidimos no volver a saber las unas de las otras. Pasaron cosas, y por orgullo hemos ido dejándonos. Más de una noche sentada frente al ordenador os he echado de menos... notaba la ausencia, el cambio, los huecos vacíos. 

Fueron demasiadas las veces que os iba necesitando, y no estabais. Sin embargo, yo siempre he estado ahí... en ocasiones he dejado mi vida por problemas ajenos a mi, y me a dado igual. No quiero ser una santa, y por supuesto no lo soy. Al igual que me habéis fallado a mi, supongo que vosotras vuestras razones tenéis. 

Nuestras acciones solas nos han ido sentenciando, una a una. Y así hemos ido cayendo por nuestro propio peso. Hemos ido tomando caminos distintos, creando nuestras vidas sin mira atrás. No sé donde quedaron nuestras tardes de risas, ni nuestras noches de charla. No sé donde hemos quedado nosotras, ni en que punto estamos. 

Como si me clavaran un cuchillo cada vez  pasais a mi lado y ni nos miramos. Me duele en el alma no poder abrazaros y deciros que ya todo a pasado, porque aunque sé que podría hacerlo... no soy capaz. Me duele teneros sentadas a mi lado y que sea como si no nos conociéramos.Recuerdo cada lágrima, cada llanto, cada desengaño... y no puedo. No creo que sea rencor simplemente es dolor, es pena, es miedo. 

Quisiera contaros cada uno de estos días de los meses pasados, lo feliz que él me hace, los sueños cumplidos, como ha cambiado mi vida para bien... y también quisiera escucharos... pero no puedo. Ya todo me supera y hace tiempo que se nos fue de las manos. Y cuando no lo hemos arreglado es porque tampoco podéis.

Esa es la verdad, la verdad que siempre veo pero se me olvida con los días. La verdad que me han tenido que decir a la cara mirándome a los ojos para saber cuanto daño hay en mi vida. Y es la verdad que más me duele por saber que no puedo cambiarla y que encima viene de ustedes, las que fuisteis mi vida.

Supongo que así lo hemos decidido cada una de nosotras, y que llegará el día en que mirándonos a los ojos nos digamos las verdades. Siempre he aprendido de ustedes, y mientras tanto yo sigo con mi vida y con el desengaño. Y quizás deba daros las gracias por lo que nos hemos dado, y porque al igual que aprendí con ustedes la palabra amistad, ahora me estáis enseñando que en la vida no vale ir dando en vano, porque luego no se recibe... y que por muchos males que vengan yo he aprendido a ser fuerte. 

Y ahora sé más que nunca, que nadie se muere por nadie.





domingo, 25 de marzo de 2012

Por querer quererme.


De repente como si de un huracán se tratase, te volviste del revés y desapareciste en un instante. Te mire y no te encontraba, tus ojos se volvieron negros de pura rabia, y en tus venas de tibia sangre el corazón te las convirtió en fuego.

Me sentía vencida caminando de tu lado tu detrás y yo delante, como dos extraños, como si de nadie se tratase, como si yo pudiera caminar sin ti y tu sin mi. Llegamos a nuestra puerta en la que los besos nunca faltaron, pero cruzamos por ella sin ni si quiera rozarnos.

De pronto te vi tan perdido que ni tu mismo te encontraste, sentando en mi silla con la cabeza hundida y los pies por delante. Un único impulso recorrió mi cuerpo y quise abrazarte como jamás pude hacerlo, y no me dejaste. Respire hondo y saque fuerzas desde el último rincón de mi cuerpo queriendo arrancar de ti cada mal sentimiento.

Ocupaste mi cama como jamás lo hiciste... mirando hacia la pared, con el alma encogida y los ojos muy tristes. Nos quedamos a oscuras y el silencio se me hizo molesto, tu espalda pegada a mi espalda y no pude soportarlo quise abrazarte y poder encontrarte en mis brazos. De un momento a otro la rabia se hizo hueco entre nosotros y sin saber porque gritándonos estábamos. Nos dijimos cosas, nos hicimos daño... los celos inundaron tu alma y acabaron mi calma. Salí corriendo, perdóname, me dio miedo.

Me vi sola ante las ganas inmensas de contarte lo que tenía por dentro, pero no podía contigo, no eras tu. Te querías ir, huías de la situación, no querías amarme es más no podías. Pero en tu debilidad encontré mi fuerza y quise sacarte de todo aunque con la verdad tuviera que hacerte daño.

Dejaste que mis manos acariciaran tu cuerpo, haciéndolo tibio. Pude ir colocando cada sentimiento en tu sitio, te di mi todo, siendo mi único todo tu propio cuerpo. Como mujer de armas divinas, utilice mis encantos para hacerte volver.

No hay solución, y los celos se llevaron lo peor. Pero me sentiste tuya, y mas tuya que nunca fui. Y de pronto mire tus ojos que se volvieron castaños, tras la tempestad llega la calma. Y la calma llego entre las sábanas de nuestra pasión viéndonos envueltas en ella. Te abrace y respirando bien hondo nos pedimos perdón. Cerramos los ojos y el sueño se apodero de nosotros.

Dicen que siempre hay una primera vez para todo. El primer amigo, el primer beso, el primer novio, la primera vez y mil veces primeras y primeras cosas más. Tomémoslo como eso, como nuestra primera pelea.

Tras la cual la primera noche de dormir de veras, y la primera mañana que sin ni si quiera hacer un esfuerzo volvimos bella. Y si de los errores se aprende, ay dios que bien aprendemos.

Tu puedes perderte entre la espiral de los celos mil y una veces, pero lamento decirte que por más perdido que estés yo siempre podré buscarte y encontrarte llevándote conmigo y demostrándote que si con algo no puedes es con mis ganas de amarte y aunque celoso perdido me cierres las puertas me chocare con ella una y mil veces hasta que me dejes amarte.




domingo, 18 de marzo de 2012

Sin más misterios que tu.


En el momento de tomar decisiones, siempre se barajan distintas posibilidades... ¿verdad? La que quieres y te favorecen, aunque haya otras que no quieras y aún así te favorezcan, las que tomas precipitadamente y te equivocas, y las que a pesar de todo nunca llegarás a tomar y te equivocas por no haberte querido equivocar.

Pues aquel día hace seis meses y poco, a mi me sobraban todas. Era hora de intentarlo o simplemente quedarnos en el intento. No lo dude ni un segundo, lo supe de corazón.  Siento un escalofrío cuando doy marcha atrás -como si de una película se tratase- y examino cada nítido recuerdo desde aquel 3 de septiembre.

Mi vida meses antes de esa fecha no tenia rumbo, no era clara, carecía de sentido y sensibilidad alguna. Mi corazón eran restos de lo que puedo llamar mi amor primero y mi razón apenas era capaz de comprenderlo. Nunca he sido de ir pregonando mis virtudes por ahí, es más, nunca lo hice. Pero si había algo de lo que estaba completamente segura era de mi madurez y coherencia -que en parten nacían de los chascos-  y en los momentos menos esperados salían a la luz haciendo callar bocas en más de una ocasión. Pues por esas fechas, desaparecieron, y fui lo que he sido siempre, una más.  Hice cosas que jamás y repito, jamás, pensé que llegaría hacer. Cambie, no era yo. Era fruto de mi desengaño, del despecho y de la ira. Y pase de ser la que solía callar bocas, a la que mejor debía callar.

Y entonces cuando más perdida estaba, aparecieron los ojos más profundos y a la vez trasparentes que jamás he conocido. Desplegabas tus encantos levantando más de una pasión entre los presente, y a mi, me enloqueciste. Me dedicabas desde lejos esas sonrisas tan tuyas, si tan canallas, que me iban enganchando a tus prohibidos encantos. Una de cal y otra de arena, un poco de alegría y algo de penas. Te hacías el tonto, cuando la única tonta era yo creyéndome que lo eras. Y noche a noche deseaba que fueran tus labios los que rozaran los míos de nuevo otra vez.

Después de todo llego aquel 3 de septiembre siendo el principio de lo que ha cambiado el resto de tu vida y de la mía, haciendo que ahora solo haya una, y sea la nuestra. Han pasado ya seis meses y yo ahora no imagino el levantarme mañana y no tenerte en mi vida, me angustia de tal forma que si así ocurriese acabaría a golpes contra la pared.

Cuando llegan esos días malos fruto de la más inocente distancia, me pregunto sí debería de cambiar aquella decisión, aquel sí por este ya no puedo. Y sé que no, que en aquella primero ocasión fuiste un error, pero yo te he convertido en acierto. No cambio por nada cada noche en la que verte dormir es lo que más me gusta, adornado la habitación con tu respiración en mi cuello. Noches en las que me despiertas con tu locura durmiendo, y noches que no lo serían sin unir nuestros cuerpos.

Divino tu pelo, tus ojos, tus labios, tu cuello, tu espalda y tu encanto. Divinos placeres que das a mi vida, divina la vida que nos estamos dando.

He dicho antes que hice cosas que jamás pensé que haría, y mira tu que suerte, tu fuiste ese jamás, que con el tiempo se ha convertido en para siempre. Haciendo balance de nuestros días pasado, de los buenos saco el amor, dándome cuenta que lo malo nace por el simple hecho de amarnos. Por eso siendo bueno o malo a mi no me importa, yo te sigo adorando.

Serán mil las cenas que podremos compartir, miles los ramos de flores que podrás hacer llegar a mi casa, imborrables las ocasiones en las que escuchare orgullosa tus cantos, muchos los templados baños que nos daremos juntos, incontables las tardes que pasaremos amándonos... Pero todo eso no tendría sentido si no saliera de ti, porque esta que te escribe no quiere más hombre en su vida, que el que ya hay.

Por eso ahora sé que aquella decisión, ha sido la que me cambio mi vida, siendo tu el que marcaste la diferencia. Señalando el antes y el después.

Esto no tiene comparación con tus versos, ni es mi intención. Solo quería dejarte más de mi, y hacerte saber un poco más de nosotros. Y es que tu has conseguido que yo, sea capaz de decir sin que me tiemblen las piernas, que estoy enamorada, sí, perdida e irremediablemente enamorada de ti.


domingo, 19 de febrero de 2012

De mis días malos.

Como llevar a cuestas una maleta a la que le van echando piedras... Al principio aguantas, pero llega un momento que te caes de espaldas. Me doy cuenta de que no sé donde está mi sitio, no lo encuentro. Solo escucho silencio, no hay nadie. Entonces lloro y asumo el silencio. Es mi soledad la que me lleva siempre a recordar. Y empiezo a contar un palo tras otro, los días que me trague palabras, las decepciones y las caídas de las que me pude levantar, y de las que aunque quiera no lo haré jamás. 


Me doy cuenta, de que llevo media vida intentando que los demás siempre estén orgullosos de mi... y al final se me olvidó ser feliz. Que no hay nadie, ni nada... que ahora las palabras ya no bastan. Frío que siento perfecto, consuelo de tontos, orgullo de necios, palabras sin fondo, mi ahogo es sincero en el mar de mi alma en deshilo. La heridas se van abriendo y yo no encuentro principio ni fin. Todo es demasiado grande, me sobrecoge, me puede, me rompe y me lleva sin más.


Búscame hasta que me encuentres, porque eres lo único que quiero en mi mente, porque tu nunca te fuiste y siempre estuviste presente. Si tu quieres puedes, porque yo... Yo ya no puedo. 


Me entrego al recuerdo, sufriendo si pienso y cansada me espero a que el tiempo lo cure y me lo haga saber. Porque por más que lo intento, no entiendo. Por más que lo siento, por más que me acuerdo y me enredo, sin más de nuevo en silencio me acuerdo de ti.



jueves, 26 de enero de 2012

La medicina de la vida

En ocasiones creemos que por el mero hecho de dar, tenemos derecho a recibir. Gran equivocación. Sí, sobre todo mía.

Pero esto no es un juego, no se trata de ganar o perder. De quién da más o quién da menos. Se trata de mi, se trata de ti, de nosotras. Se trata de toda una vida compartida que sin más se ve reducida a un simple buenos días. Se trata de horas en el patio del recreo, de tardes en el parque, de meriendas, de todos los cumpleaños de nuestras vidas, de los primeros cambios, de horas pegadas al teléfono, de primeras fiestas, de recuerdos pegados a un disfraz,de canciones, de fotos, de secretos en medio de la madrugada, de promesas irrompibles... Se trata de nuestras cosas, nuestra historia.

¿Dónde queda todo eso? ¿Dónde está? Se fue, lo perdimos... ¿Lo perdimos?  No, lo perdiste. Las noches diarias de conversaciones se fueron reduciendo, los consejos fueron siendo menos, nuestros brazos ya no se estrechan, nos vemos todos los días y como si nada, las promesas se rompieron. 

Todas y cada una de tus palabras se quedaron suspendidas en el aire... Llegaron los malos gestos, las desganas, la tensión y la deslealtad. Miradas que dejaban mucho que desear y detalles que no fueron ni mucho menos apropiados. 

No soy quien para juzgar a nadie, y precisamente santa no soy. Pero para bien o para mal, por suerte o por desgracia... Me hicieron de la forma que soy, enseñándome a darle a cada cosa su valor, a no fallar jamás y sobre todas las cosas, me enseñaron que la amistad es una de las cosas mas bonitas e importantes que la vida pueda regalarnos.

Amistad, palabra demasiado grande para ti... porque no la tienes en tu vida, y si la tuviste no supiste apreciarla. Que la amistad no es solo para cuando nos hace falta, es para cuando también le hacemos falta a los demás. Que la amistad no es irse de fiesta, es saber que te estás divirtiendo porque las tienes a ellas. Que la amistad no es la de los momentos divertidos, es la que no se va cuando todo es horrible. Los amigos son familia, familia que se escoge. 

No me arrepiento de cada momento en el que tendí mi mano. Porque eso es precisamente lo que nos hace diferente, lo que nos diferencia. 

La amistad solo la siente en el corazón. Y si no la sientes, por mucho que te consideres amiga, no lo eres. Dejémonos de falsas escusas, de acusaciones absurdas, se intentar ser más que los demás y de ese afán por destrozar todo lo que nos quedaba, si es que nos queda algo. 

Me he dado cuenta que ofrecer amistad a quien busca defectos para hacer daño, es como dar pan a quien se muere de sed. Por eso ni te ofreceré mi amistad, ni me harás más daño.

Y si algún día miras a tu alrededor y no encuentras mas que ese vacío enorme que vas creando, siendo cociente de tu soledad y arrepintiéndote de cada daño provocado, y preguntándote el por qué todo todo eso, te diré que para tu mal y para mi bien... Que la única manera de tener un amigo, es siéndolo.  



sábado, 14 de enero de 2012

Regálame.

Cuéntame cosas al oído
mientras que amas
en la noche larga y callada.

Háblame de cómo te sientes
y no dejes que la luz
huya de mi mirada.

No deje de amarme,
incluso si yo te lo pido
y a otro sitio me llevo
en la noche mi almohada.


Régalame tu voz cada día,
no me robes nunca la calma
que me da oírte respirar
pegado a mi espalda.





















miércoles, 11 de enero de 2012

``Mira la vida´´


Dime que es verdad que te quedas a bailar, dime la mitad y
me puedo morir ya.

Dime que hay detrás de esa cara dibujada. Dime si es normal
que me pase esto que me pasa.

Dime que eres real, no eres un sueño ni nada.
Dime quien da mas y te entrego aquí mis armas.

Dime que sera todo esto que me pasa.
Dime, dímelo ya, porque ya no entiendo nada!
Mira la vida. Mira la vida, mira.

Dani Martin.

domingo, 8 de enero de 2012

Lo ves y no lo crees, y cuando lo crees, no lo sientes.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. No pude evitarlo, no podía conseguir alejar ese pensamiento de mi. ¿Qué está ocurriendo? Eso era lo único que era capaz de preguntarme una y otra vez. Pensé que ya estaba superado -me recordaba a mi misma- pero no.

Justo en el instante decisivo, era poder o no poder. No. Mejor dicho, era querer o no querer. Apareció en mi mente los ojos que más dicen sin hablar... y justo en ese momento, ni quise ni pude.

Recompuse cada pedazo de mi, me mantuve en pie. Recordé aquella promesa, y la cumplí. No lo he hecho mi amor, no lo he hecho. Eso me recordaba una y otra vez, intentando pintar la oscuridad de algún color. Y por un segundo me faltaron fuerzas... y caí desplomada al suelo en la más absurda desesperación. Sin fuerzas, sin ganas, hundida sin más.

No hay explicaciones lo suficientemente reales para tal sensación, no, no las hay. Quisiera enseñarte con palabras lo que siento con dolor, desearía componerte frases para que entendieras la explicación. Pero ni tu, ni nadie, entenderá jamás la situación.

Por lo tanto amor, no me sueltes. Que por suerte o por desgracia, no hay mal que por bien no venga. No intentes ser más de lo que ya eres, porque tu con esto no puedes, es más, no te dejaré traspasar más allá de lo que debes. Eres tu por el que cumplí mi promesa, eres al que intentaré no fallarle nunca.

Lo que no mata, te hace más fuerte. O al menos eso dicen. Y estoy completamente segura de que tu me has hecho más fuerte.