Cuéntame cosas al oído
mientras que amas
en la noche larga y callada.
Háblame de cómo te sientes
y no dejes que la luz
huya de mi mirada.
No deje de amarme,
incluso si yo te lo pido
y a otro sitio me llevo
en la noche mi almohada.
Régalame tu voz cada día,
no me robes nunca la calma
que me da oírte respirar
pegado a mi espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario