jueves, 28 de agosto de 2014

Del pasado, al futuro más presente.

Después de muchos meses, demasiados quizá, me siento más yo que nunca. Si miro atrás me doy cuenta de cuanto han cambiado las cosas, de cuanto he cambiado, de como el tiempo, el destino o la suerte han ido poniendo en mi vida cada cosa en su lugar.

Quizás he vivido durante muchos meses en la más absoluta incoherencia, sin saber a donde ir, a quien mirar, lo que realmente quería y lo que no deseaba vivir jamás. A lo mejor el culpable de todo esto fuiste tú, no sé, puede que realmente la culpa fuera solo mía. Ya no me dueles, pero es imposible no hablar del pasado sin mencionarte a ti, porque lo eras todo.

Supongo que la vida cambia cuando se desvanece todo lo que tenias preparado para tus próximos años de vida. Y al principio sí, es verdad, me sumergí en ese miedo traicionero de no querer vivir. Ay que equivocada estaba cuando pensaba que la vida se acababa ahí. Por eso ahora, pensándolo mejor, sí, la mayor culpable fui yo.

Por creer que no había vida sin ti, que no existía futuro que no fueras tu. Culpable por creer que las cosas pasarían tal y como lo teníamos planeado, porque al fin y al cabo quién sabe lo que nos depara la vida. Culpable también por vivir a través de tu vida, siguiendo tus pasos y no los míos, culpable por obligarme a seguir tu camino por el miedo de no querer entender que aunque estuviéramos hecho el uno para el otro, nuestras vidas tenían un destino diferente. Es jodido, pero a veces pasa.

Y eso es lo mejor, no saber que estar por llegar. Ahora vivo con la constante sonrisa. Porque siento que mi vida es el desorden más ordenado que he vivido jamás. Porque todo está en su sitio, porque han vuelto a mi vida personas que realmente necesitaba, y no, no he vuelto al pasado. Pero si vivo un presente mucho más a mi medida.

Y lo mas gratificante de todo es escoger un estilo de vida que hace feliz a lo demás, una forma de vivir que hace que los demás sean felices, sí, una felicidad contagiosa. Una felicidad que roza la locura, pero es la locura lo que me hace sonreír.

No quiero mirar hacia detrás, porque aunque me he estado meses torturándome con el pasado convirtiéndolo en presente día tras día. Ahora no veo más futuro que el hoy, y mañana que el destino, la suerte o la misma vida decida.

Cuando llenas tu vida de cosas positivas, todo lo que quede por llegar positivo será. Aunque algunas cosas duelan al principio hay que encontrar el equilibrio en aprender del dolor y no en vivir de la infelicidad.






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